Planta
suculenta procedente de Kenia, en donde crece en crestas
rocosas a altitudes a partir de 2.300 metros. Es una liliopsida del
género aloe, perteneciente a la familia asphodelaceae. Tiene
un aspecto muy parecido a los aloes más comunes aunque es de menor
tamaño. Sus hojas crecen densamente en forma de pequeñas rosetas
que se van ramificando por la base a medida que la planta va
creciendo. Sus hojas son verde intenso con pequeños puntos blancos,
aunque si exponemos la planta bajo el sol intenso se volverán
marronáceas. Las pequeñas espinas se distribuyen a lo largo de los
márgenes de las hojas y suelen medir entre 2 y 4 milímetros. Pese a
ser una planta muy resistente, en invierno es mejor tenerla en
interior o en exteriores si la temperatura es siempre superior a los
6 ó 7 grados centígrados.
La inflorescencia tarda bastantes años
en aparecer y es bastante similar al resto de los aloes. A partir de
un fino tallo central de unos 20-30 centímetros surgen unas brácteas
ovaladas de color rosado que dan unas pequeñas flores amarillentas.
La reproducción del aloe juvenna es muy sencilla si utilizamos uno
de sus tallos como esqueje.
Esta joven planta de aloe juvenna aún tiene las hojas de color verde intenso.
La espinas del aloe juvenna son muy pequeñas y generalmente blandas, por lo que no son peligrosas.